Publicado: 2008.12.03
1. SABER ESCUCHAR
Para
acercarnos a los demás, el primer paso es tener la capacidad de escuchar, las
personas desean ser escuchadas.
La
gente va por la vida buscando un confidente, pero todos pretendemos hablar y
nadie dedicarse a escuchar.
La
calidad humana empieza por escuchar, por el puro interés de servir.
Nuestra
capacidad de estar cerca de los demás depende de nuestra capacidad de
escucharlos.
2. SABER HABLAR
Si
sabes escuchar ya dimos el primer paso, ahora nos toca saber cómo utilizar las
palabras, es decir, saber hablar.
Para
lograr una comunicación excelente es necesario estar siempre alertas, estando
siempre conscientes de lo que decimos.
La
pérdida de la excelencia en la comunicación nos lleva a ofender a las personas
y apartarnos de ellas.
El
decir con excelencia nos da el máximo don humano: la comunicación.
3. SABER MOTIVAR
Es
consecuencia de los dos primeros hábitos, si en verdad sabemos escuchar y
sabemos qué decir, la motivación será lo más fácil.
Motivar
en realidad es fácil, pero con control de nosotros mismos...
4. SABER DOMINARSE
La
maestría en el dominio surge en la práctica de los tres hábitos anteriores.
Pero
el auténtico, profundo y verdadero dominio surge con la continuidad.
Vivir
de instante en instante es excelencia es dominarnos a nosotros mismos.
5. SABER CRECER Y APRENDER A VIVIR
El
que se domina y vence a sí mismo está lleno de sabiduría interior.
El
verdadero sabio, amante de la excelencia, va por la vida aprendiendo de los
demás, dispuestos a escuchar y a hablar con excelencia.
La
norma básica de la sabiduría es la humildad.
Cuando
nuestros conocimientos por muy amplios que sean, no están provistos de valores,
entonces carecemos de humildad.
El
sabio ni ofende ni humilla, porque es generoso con el que no sabe.
Nuestros
conocimientos deben acercarnos a las personas.
La
clave es compartir con los demás lo que sabemos para que todos lo sepan. Si no
perdemos nuestra capacidad de aprender, seremos humildes.
6. SABER TRABAJAR
El
trabajo es mucho más que una necesidad.
Todos
tenemos una vocación: ser madre, maestro, político, sacerdote, militar, todos
debemos seguir el llamado interior que nos impulsa a realizar nuestras vidas.
Todos
tenemos aficiones.
Pero
llevamos una vida tan cansada y monótona que no sabemos vivir.
El
trabajo es una esclavitud y trabajamos sin voluntad, mecánicamente, observamos
quebrantados nuestros sueños de la infancia ó de la juventud, por perder la
capacidad de la superación personal.
Solo
la calidad humana nos ayudará a superarnos.
La
búsqueda de excelencia en el ámbito laboral, moral, social; es estar juntos,
trabajar en equipo con sentido de pertenencia y amor al grupo, a la familia ó a
la nación.
7. SABER IR AL INTERIOR
Cuando
logremos vivir los seis hábitos anteriores, estaremos preparados para recorrer
un camino más profundo.
Es
la práctica de la reflexión interior y del diálogo interno en dónde nos
conocemos a nosotros mismos.
En
ese viaje interior nos daremos cuenta si estamos satisfechos con nosotros
mismos.
De
mi depende ser el dueño de mi propio destino, dirigir mi propia vida como dueño
absoluto de mi voluntad, de mi ente y de mi cuerpo por el camino que yo decida,
guiado por los valores que conducen a la excelencia.
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