El consorcio que promueve el proyecto está implantando en la isla una microrred que integrará la generación distribuida obtenida a través de placas fotovoltaicas con unas baterías y ultracondensadores que ayudarán a gestionar esa energía fluctuante. Además, un abanico de tecnologías (comunicaciones PLC, automatismos de baja y media tensión, sistemas de monitorización y control en tiempo real, aplicaciones de eficiencia energética y gestión activa de la demanda) permitirán integrar de manera eficiente la energía fotovoltaica en las redes convencionales.
El proyecto se puso en marcha en 2015 y se llama como la isla: GRACIOSA. Son las iniciales de Generación Renovable con Almacenamiento y Consumo Inteligentes para la Operación de Redes de Distribución con Sistemas de Autoconsumo. En GRACIOSA colaboran también la Asociación de Investigación y Cooperación Industrial de Andalucía (AICIA), la Fundación de Investigación de la Universidad de Sevilla (FIUS), la Universidad Pontificia de Comillas, la Universidad de La Laguna y la Fundación para la Investigación y el Desarrollo de las Tecnologías de la Información en Andalucía (FIDETIA).
“Ahora tendré que cambiar mi todoterreno por un coche eléctrico”, dice Adelino, mientras contempla las placas solares instaladas sobre su casa.
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